En el sureste mexicano existe una tradicional bebida
refrescante y alimenticia llamada Pozol. Del vocablo azteca pozolli o pozoatl,
palabra formada de atl (agua) y pozol
(espumoso), por lo que significa agua espumosa.
El pozol era una bebida peculiar entre la gente pobre, el
trabajador, campesino e indio; principalmente era consumido por los chontales,
choles, mayas, lacandones, tzotziles o chamulas, tzetzales, zoques, mames y
zapotecos que recorrían grandes distancias y durante las largas jornadas de
trabajo en el campo se alimentaban de tortillas y pozol (base de su dieta
alimenticia), el cual llevaban en bolas envueltas en hojas de plátano, siempre
cargaban consigo un guaje con agua y una jícara, y cuando tenían hambre o sed
disolvían las bolas de pozol en agua y lo bebían. Fue muy apreciado entre los
antiguos habitantes de estas tierras por ser un nutriente de resistencia para
los viajeros indígenas. Éstos sabían de su importancia porque alimentaba,
mitigaba la sed en estas zonas de mucho calor y perduraba sin echarse a perder.
Se elaboraba con masa de nixtamal reventado, molido en grueso, que se bate especialmente
en agua fría y se toma en jícara. Desabrido para gente de otros lugares, pero
nutritivo y refrescante, requería de las virtudes culturales y la sapiencia de
las mujeres, que elaboraban el pozol en sus piedras de moler.
El consumo del pozol de cacao o chorote, data de la época prehispánica;
entre la población tenía fama de bebida refrescante y energética. Para los
antiguos chiapanecos el pozol tenía un significado mitológico, era considerado
la vida misma por su alto contenido de maíz.
En diversos escritos de la época virreinal, los europeos que
estuvieron por estas tierras dieron cuenta del pozol como bebida agria de los
indios que los hacía resistentes al calor. Hacia 1579 se hace referencia a la
bebida tabasqueña:
“ Tenían por costumbre especial los indios chontales, no comer sino sólo beber, y si comían era muy poco, y bebían una bebida que se hace de la moneda suya que es cacao, de suerte que se hace un brebaje algo espeso, el cual es grande mantenimiento, y asimismo otro de maíz cocido que se dice pozol… hacen alguo de esto acedo para beber con las calores, porque es fresco y esto es lo más sano”.
El pozol se consume en Guatemala, Belice, el salvador y
Honduras; en este último país se toma el pozol blanco, se elabora igual que el
de tabasco, pero en vez de agregarle agua se le agrega leche fría.
Existen varios tipos de pozol. El pozol blanco, que es el
más común, y que sólo contiene masa de nixtamal; pozol negro o chorote, hecho
con masa de nixtamal y granos de cacao tostados y molidos; pozol acedo, su base
es el pozol blanco, pero debe dejarse agriar durante 24 horas y si se pasa de
las 24 horas da lugar al pozol agrio. La gente del campo le atribuye poderes
curativos al pozol agrio; en especial para aliviar pequeñas infecciones, ya que
se dice que esa fungosidad, algodonosa, creada por los hongos, sobre la
superficie del pozol, es un antibiótico; también se usa para curar la picadura
de mosquitos.
Según el rango social del que debe el pozol, puede
acompañarse de pataste (cacao corriente); éste tiene un sabor agradable y un
aroma penetrante, se puede mezclar con la semilla del zapote (pixtear), pero es
muy grasoso; o también se puede condimentar con la semilla de achiote y su
característica es que el pozol adquiere un color rojizo.
Diversos estudios han revelado que durante la fermentación
del pozol se desarrolla una gran variedad de microorganismos, entre los cuales
destacan las bacterias lácticas en concentración similar a la encontrada en el
yogourth, que acidifica la masa, y los mohos y levaduras contribuyen a la producción
de aromas y sabores. Se ha demostrado que la administración oral de bacterias
lácticas puede mejorar el sistema inmune, la circulación y elevar los
anticuerpos.
Ni es causa de obesidad ni dañino para la salud, el pozol es
rico en nutrientes y por tal motivo su contribución como alimento para el ser
humano bien puede equivaler a la comida del día, esto se debe a que durante el
proceso de elaboración del pozol se lleva a cabo la nixtamalización, que
permite la transformación del maíz, alterando sus constituyentes químicos; en
él se incorpora calcio, que es uno de los productos que suele faltar en la
dieta humana, se corrige la producción de ciertos aminoácidos, adecuándose así
a las necesidades humanas, se libera la vitamina llamada niacina(interviene en
el crecimientos, ayuda al funcionamiento del sistema nervioso y el buen estado
de la piel), además, aumenta el hierro asimilable. Con la fermentación del maíz
se logra el crecimiento de microorganismos que fijan el nitrógeno del aire por
lo que se convierte en una fábrica de proteínas.
Antiguamente algunas personas endulzaban su pozol con un
poco de miel. A la llegada de los españoles comenzaron a endulzar el pozol con
azúcar, piloncillo o canela.
Actualmente podemos consumir pozol o chorote (llamado
industrialmente), en lugares llamados pozolerías, que son atendidas por mujeres llamadas
popularmente choroteras o pozoleras; estos lugares son más comunes en los
estados de Tabasco y Chiapas.
Hasta la fecha el pozol sigue siendo sustento de la
tradición y de la cultura de los pueblos indios y mestizos de la región, pues
constituye un componente importante en las dietas de las familias. En la
creencia popular se dice a los que no son originarios de Chiapas. “Quien prueba
el pozol ya no regresa de donde vino, aquí se queda a vivir para siempre”.
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